Cómo adelgazar sin milagros

Mantener la figura es uno de los principales requisitos para contar con un estilo de vida saludable y sentirnos bien a nivel de autoestima. Sin embargo, en muchos casos, por temas genéticos o por el deseo de contar con el cuerpo ideal recurrimos a remedios nocivos. Intentamos perder un enorme montón de kilos sin importarnos las consecuencias.

No solo estamos poniendo en riesgo nuestra salud, sino que además podemos acabar sufriendo trastornos de alimentación, o incluso recuperando ese peso de una forma realmente rápida. Por ello, para conseguir tus objetivos, te proponemos diferentes técnicas que te permitirán adelgazar sin milagros y de una forma controlada y evitar cualquier tipo de empacho.

¿Qué es adelgazar sin milagros?

Adelgazar sin recurrir a técnicas milagrosas consiste en aplicar un plan de alimentación controlado que nos permita perder peso sin tener esa saciedad de hambre, que nos puede poner de tan mal humor. Además, pese a que el principio podemos requerir un período de adaptación, el objetivo es que cuando perdamos el peso lo podamos mantener. En este sentido, si optamos por vías más conservadoras quizás tardaremos un período de tiempo mayor para lograr nuestros objetivos pero éstos serán más duraderos.

Muchos dietistas proponen el método de entrar en cetosis. Comprender el funcionamiento de cada grupo alimentario es fundamental para llevar a cabo un buen proceso digestivo que permita mantenernos en el peso que queramos. Los hidratos de carbono se transforman en glucógeno. Esto viene a ser la gasolina que tiene nuestro cuerpo para funcionar. Sin embargo, si se quedan en el cuerpo, este azúcar se transforma en grasa y colesterol lo que contribuye a un aumento de peso.

Por esta razón, muchos dietistas recomiendan que los hidratos de carbono se consuman de más a menos a lo largo del día. Como comprenderás, al principio del día, nuestro cuerpo necesita mucha energía y aporte calórico para funcionar correctamente. En cambio, al final del día, al irnos a dormir este glucógeno quedará en reservas y ahí será cuando engordemos. De esta forma, la proteína debe ser el gran complemento de nuestra dieta ya que no hay un límite que podamos comer porque no aporta ese azúcar tan necesario y a la vez tan perjudicial.

Debes comprender que los hidratos de carbono, también conocidos como glúcidos, son todos aquellos alimentos que provienen de la tierra. Entre estos, se encuentra la pasta que proviene del trigo, los dulces, el pan, las verduras o la fruta, entre otros. Obviamente, no todos tienen ese mismo nivel de azúcar. En cambio, la proteína la conforma todos aquellos alimentos que sean de origen animal y que podemos comer sin ningún tipo de complejo.

Beneficios de adelgazar sin milagros

Con todo, existen numerosos beneficios de utilizar sistemas nutricionales que nos permitan perder peso sin comprometer a nuestra salud. Los más destacados son:

  • Evitar poner en riesgo nuestra salud. Esta es una de las grandes ventajas. Perder peso de forma controlada nos permitirá que dejemos de comer nutrientes que son absolutamente fundamentales para nuestra figura corporal.
  • No contar con cambios de humor. Si perdemos peso rápidamente, pasamos hambre y, en consecuencia, tenemos un carácter irascible con constantes cambios de comportamento y viéndolo todo de forma negativa.
  • Poder mantener los resultados. Al inicio de cada año, muchos se proponen perder peso. Sin embargo, muchos son los que lo consiguen y pocos los que lo mantienen. Por esta razón, si lo hacemos de forma controlada será mucho más sencillo tenerlo controlado.
  • Llevar una alimentación saludable. Una buena dieta es fundamental para estar sanos. Como decíamos anteriormente, adoptando una dieta que nos permita no pasar hambre y que no nos afecte de forma negativa a largo plazo lograremos nuestros objetivos y consigamos adelgazar los muslos.

Cómo adelgazar sin milagros

Por ello, te proponemos diferentes vías que puedes seguir si tienes como objetivo conseguir perder esos kilos que tanto crees que te sobran sin la necesidad de optar por tratamientos realmente agresivos. Para empezar, el agua es un componente realmente importante. Nos permite tener un proceso digestivo mucho más sencillo y favorece que podamos eliminar toxinas. De hecho, es recomendable que bebamos entre uno y dos litros cada día. Por otro lado, reparte las comidas. Es mejor comer poco durante muchas veces que hincharse en una comilona.

Además, la cantidad de hidratos de carbono que vayamos a ingerir debe ir decreciendo a medida que pasa el día. En un día normal, el desayuno es la parte más importante del día. Es cuando cogemos las fuerzas que necesitamos para poder afrontar todas nuestras tareas rutinarias. Los expertos recomiendan que debemos tener tres comidas fuertes al día, entre las que se incluye desayuno, comida y cena. Además, a media mañana y a media tarde también es recomendable ingerir algo de fruta. Lo importante es que nos limitemos a estas cuatro o cinco comidas, y que no piquemos entre horas. La mayoría de calorías se ganan en estas entre comidas. En la cena, además, podemos eliminar hidratos de carbono y solo comer proteína. La siguiente acción habitual será irse a dormir y, por tanto, no gastaremos la energía que podamos acumular. De esta forma, tendremos una dieta saludable.

Obviamente, adelgazar o engordar responde a una pequeña fórmula matemática. Si al final del día tenemos un déficit calorico perderemos peso. Por ello, hacer una buen dieta y acompañarlo de una actividad deportiva activa siempre ayudará a poder adelgazar. En caso de hacer deporte por la noche sí que será necesario que consumamos hidratos de carbono para conseguir la energía necesaria para poder rendir correctamente. Además de restringir la cantidad de veces que ingerimos alimentos también será necesario que ajustemos correctamente la cantidad de comida que consumimos.

No comer demasiada cantidad

Algunos expertos en nutrición llegan a pensar que nunca hay que comer más que un puño cerrado. Si pasas hambre, consume proteína entre horas ya que esto no te dará un aporte de calorías para tu cuerpo. Además, siempre habrás oído que la comida natural es mucho más sana que la industrial. Las grasas, pese a que te puede parece extraño, son necesarias. De hecho, nos permiten equilibrar el cuerpo a nivel energético.

Sin embargo, el secreto está en la calidad de dichas grasas. Si son procesadas siempre serán de peor calidad que si lo son naturales. Por tanto, la clave radica en el tipo de grasas que vayas a utilizar para tu consumo. Los alimentos del día, de tipo fresco y vegetales son esenciales. Debes realizar una dieta equilibrada en la que comas de todo. Por esta razón, aplicarse a diferentes movimientos como el veganismo o ser vegetariano puede provocar enormes faltas de nutrientes. La carne, y la proteína, por mucho que lo sintamos es imprescindible para llevar una vida sana.

Finalmente, el deporte no debe ser la vía para perder peso. Ayuda, pero siempre es un complemento a la buena dieta. Si comemos mal y realizamos mucho ejercicio estaremos consiguiendo un desequilibrio energético donde nunca conseguiremos los resultados esperados. Por tanto, es necesario que hagamos deporte porque a nivel cardiovascular es muy necesario, pero a la vez comamos correctamente porque ese será el paso esencial. Por tanto, si seguimos estos consejos al pie de la letra seremos capaces de lograr adelgazar sin recurrir a dietas milagro y a tratamientos realmente agresivos.

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