10 hábitos para perder peso

Cuando pensamos en perder peso no solamente hay que centrarse en la comida o solo en el ejercicio, hay una serie de hábitos que son imprescindibles para que la pérdida de peso se lleve a cabo. Es cierto que cuando se quiere perder peso hay que hacerse con una dieta equilibrada y hacer ejercicio de manera frecuente, pero no es lo único que hay que tener en cuenta, sobre todo si se quieren conseguir unos buenos resultados.

Instrucciones

1. Dieta equilibrada. Es cierto que lo primordial para perder peso es cambiar los hábitos alimenticios. Primero tendrás que saber cuántas calorías aproximadamente ingieres al día y sabiendo eso tendrás que hacerte un menú que tenga menos calorías de las que consumes. Lo ideal sería reducir unas 400 o 500 calorías al día, que serían lo equivalente a una comida, o a quitar un poco de alimento en cada una de las cinco comidas. Eso sí, depende de cuánto quieras perder y en cuánto tiempo, deberás reducir más o menos las calorías.

Ahora piensa en alimentos saludables en tu dieta, como frutas, verduras y pescado y olvídate de las grasas e intenta reducir el número de hidratos que consumes.

2. Haz cinco comidas. Es importante que hagas cinco comidas al día, incluso puede existir una sexta. Las comidas deberían ser el desayuno, la media mañana, la comida, la merienda y la cena y es que está pensado de esta forma para no llegar a una comida con mucha hambre. Si comes cada poco tiempo haces que tu metabolismo se acelere para quemar más rápido las calorías, sin embargo si comes cada muchas horas al final consigues que tu metabolismo se haga lento y que no adelgaces. Pensar que por comer menos veces vas a perder más peso es un pensamiento totalmente erróneo.

3. Come despacio. Nuestro cuerpo tarda en procesar que estamos llenos una media hora desde que empezamos a comer, por lo que si queremos comer mucho y muy rápido no vamos a notar que estamos llenos. Será como un pozo sin fondo en el que vamos metiendo comida y nunca nos llenamos. Si comemos despacio le damos tiempo al organismo a asimilar los nutrientes y a darse cuenta de que está lleno. De ahí la clave de comer despacio y masticando bien los alimentos.

4. Descansa. Es muy importante dormir entre 6 y 8 horas al día, y es que por la noche nuestro cuerpo quema calorías y se adapta al ritmo que le estamos dando de una nueva alimentación y un nuevo ritmo. Del mismo modo que se dice que mientras dormimos estamos creciendo, mientras dormimos estamos perdiendo peso y ayudar a nuestro cuerpo a estar preparado para el siguiente día. Así que intenta dormir bien, es importante descansar. Incluso una siesta de entre media hora y una hora no te vendría mal, sobre todo si por las noches no eres capaz de coger bien el sueño.

5. Haz ejercicio. El ejercicio es el 20% de una dieta, ya que el porcentaje restante le corresponder a la alimentación. Sin ejercicio estamos haciendo más lento el proceso de perder peso. Simplemente con andar todos los días o correr a un ritmo moderado veinte minutos todos los días, estamos ayudando a nuestro cuerpo a perder peso y más si somos personas que no estamos acostumbradas al esfuerzo físico. Es importante que evites estar mucho tiempo sentado y es que una vida sedentaria no es buena para el peso, ya que hace que lo ingerido no se consuma y ello se resume en engordar. Si estás acostumbrado a hacer ejercicio o por lo menos a estar moviéndote con asiduidad, puedes apuntarte a un gimnasio y dedicarle una hora a ejercicios de cardio, como son la cinta, la bici o la elíptica, entre otros. Si decides andar o correr moderadamente hazlo todos los días un poquito y si vas al gimnasio, ya que es una actividad más intensa, no vayas más de 4 o 5 días a la semana.

6. Bebe agua. El agua es importante en nuestra alimentación, estemos o no estemos haciendo una dieta, pero si además queremos perder peso es mucho más importante su consumo. El agua ayuda a estar hidratados y nos ayuda a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo. Además, cuanta más agua bebamos más ganas tendremos de ir al baño y eso hace que no retengamos líquidos que es lo que le impide a algunas personas perder peso. Los médicos recomiendan beber unos dos litros de agua al día, lo que equivaldría a 6 u 8 vasos de agua. Si además haces deporte tendrás que aumentar esa ingesta y es que es importante que mientras haces ejercicio bebas agua. Recuerda que no debes esperar a tener sed para beber, porque en el momento que tenemos sed es porque nuestro cuerpo nos avisa de que estamos deshidratados, por lo que hay que beber agua antes de que nos dé ese toque de atención.

7. Comida libre. Cuando estamos bajo una dieta siempre solemos tener tentaciones de comer algún alimento que se considera prohibido para la pérdida de peso. Llevamos un par de semanas a dieta, comiendo sano y dándole a nuestro cuerpo la actividad física que necesita, pues bien es hora de darle un capricho. Cada semana tendrás una comida, que tú elegirás si es la comida o la cena, y podrás saltarte esa dieta. Solamente en una comida. Aquí podrás aprovechar para comer pizza, hamburguesa, patatas fritas, snacks…lo que tú quieras. Y es que darle de vez en cuando una ingesta negativa de grasas es bueno para que al día siguiente cuando vuelvas a tu comida habitual, el cuerpo se dé cuenta y vuelva a acelerarse el metabolismo. Si acabamos acostumbrando a nuestro cuerpo a comer siempre lo mismo llegará un momento en que nos mantengamos y que ya no se produzca la pérdida de peso, por esto mismo dale una vez a la semana una comida ‘mala’ para que se de cuenta de que tiene que seguir quemando calorías.

8. Planificar la semana. Además de saber qué vas a comer cada día, es importante que sepas a qué horas vas a comer cada día. De esta forma estarás acostumbrando a tu cuerpo a una rutina e indirectamente esto hará que adelgaces. No es lo mismo que cada día comas a una hora a que tengas un horario marcado. Además intenta olvidarte de comer fuera y si lo vas a hacer llévate siempre tu tupper. Así evitarás comidas prohibidas para ti y con exceso de calorías que no son nada buenas.

9. Al vapor o a la plancha. Para perder peso es muy importante la forma en la que cocinas, y por ello todo lo que comas tiene que ser al vapor o a la plancha. De esta manera consumes menos calorías, la comida tiene menos grasas y menos colesterol y engordas menos. Así que olvídate por completo de las frituras y de la comida precocinada que solamente te provocará aumento de peso. La comida al vapor o a la plancha, en contra de lo que la gente pueda pensar, sí que está más rica, porque no saboreas la grasa, si no el propio sabor del alimento. Comer más sano siempre acaba notándose, y por eso es imprescindible que para perder peso te hagas con este hábito de comer todo al vapor o a la plancha.

10. Sin distracciones. Mientras comes es importante que no veas la televisión, puede parecer una tontería y además que es un hábito muy común. Esto es porque mientras comes, si estás entretenido parece que le prestas menos atención al plato que tienes delante, por lo que comes sin mesura y sin darte cuenta de cuánto estás consumiendo. Si ves la televisión estás distraído y como lo que ves te entretiene, comes más rápido y al final acabas teniendo más hambre porque no te has centrado en tu función que en ese momento era solamente comer. Si escuchas la radio o algo parecido ocurre lo mismo. Así que siempre es mejor que comas mientras estás charlando, porque no es lo mismo que la televisión o que seas totalmente consciente y comas más despacio y prestándole un poco más de atención a tu plato aunque estés viendo la televisión.

Así que si quieres perder peso sigue estos 10 hábitos y notarás como te van ayudando para conseguir tu objetivo. Al principio puede que te cueste hacerle a alguno de ellos, no solo porque la comida es más sana y tienes que prescindir de otra, sino estás acostumbrado al ejercicio físico y eres una persona sedentaria, hacerte a este nuevo ritmo de vida te va a costar. Pero el que algo quiere algo le cuesta, y es que para perder peso no solamente es una buena alimentación, sino que tu ritmo de vida tiene que ir acorde con lo que consumes y debes hacer más esfuerzos. Date uno o dos meses de prueba y verás que lo que al principio te parecía muy complicado, ahora lo estás llevando a tu día a día casi sin esfuerzos.

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